EL AVANCE DE LA MUJER EN EL SIGLO XX





A lo largo de la historia de la humanidad encontramos muchas sociedades donde las mujeres fueron consideradas inferiores respecto al hombre.

En gran parte de las sociedades tradicionales, la educación femenina se limitaba a aprender habilidades domésticas y las mujeres se encontraban subordinadas a la autoridad de sus padres primero y a la de sus maridos después. Si bien existieron en la historia civilizaciones que otorgan a la mujer un papel privilegiado (las reinas egipcias o bizantinas, por ejemplo), en la mayoría de las sociedades occidentales las tareas asignadas a la mujer se limitaban al cuidado del hogar y de la familia. De este modo las mujeres quedaban relegadas al ámbito privado, en tanto que la participación pública quedó exclusivamente en manos de los varones.

Pero poco a poco, esta situación comenzó a cambiar, sobre todo a partir del siglo XIX.


Veamos los principales momentos de este recorrido:


A mediados del siglo XVIII, con la Revolución Industrial, muchas mujeres se vieron obligadas a abandonar su lugar en sus hogares y comenzaron a trabajar en las fábricas, a esta situación se sumó una idea que rondaba en el mundo, pues la proponían los filósofos de esa época: IGUALDAD ENTRE VARONES Y MUJERES. Todavía eran voces aisladas. El trabajo femenino era equiparable al trabajo de los niños, y sus salarios eran controlados por sus padres o por sus maridos. 





Durante el siglo XIX, el 8 de marzo de 1857, en una fábrica de Nueva York, un grupo de obreras organizaron una propuesta para mejorar sus condiciones de trabajo y fueron brutalmente reprimidas, y ya en el siglo XX, en marzo de 1908, en la misma ciudad, 15,000 trabajadoras iniciaron un movimiento de huelga para pedir mejores condiciones de vida y aumento salarial. Dos años más tarde, en 1910, se realizó en Copenhague la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, donde se propuso que se estableciera el día 8 de marzo como DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, en homenaje a las primeras mujeres que se organizaron buscando mejorar su situación, luchando por sus derechos.

En la década de 1960 los cambios en el mundo dieron impulso a los nuevos movimientos feministas. Se propusieron demostrar los prejuicios que existían en el mundo sobre tareas “NATURALMENTE FEMENINAS O MASCULINAS”. La labor de estos grupos permitió superar la discriminación política, económica y social que sufrían las mujeres.

En 1975 la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció el 8 de marzo como DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER y en 1979 aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. Efectivamente, poco a poco la mujer ha ido avanzando y creciendo en espacios que antes estaban destinados solo para varones. Por suerte, hoy ya es normal que existan los cargos de Presidentas, Ministras, Congresistas, Alcaldesas, etc.


YA NO HAY ÁREAS SOLO RESERVADAS PARA HOMBRES


Tenemos que destacar la importancia del papel de la mujer, demostrando su capacidad y competitividad en diversos trabajos, los mismos que le demandan esfuerzos, sacrificios, y sobre todo compromisos a seguir contribuyendo al desarrollo de la sociedad. Así, tenemos que para asumir el reto, muchas mujeres jóvenes y adultas; hoy estudian y/o trabajan en áreas que hasta hace unas décadas estaban reservadas exclusivamente para los varones, tales como el ejército, la política, la economía, la ciencia, la tecnología, el manejo de maquinaria pesada, astronáutica, medicina alópata y alternativa, etc. Pero lo más importante es que la mujer se desempeña con igual responsabilidad y eficiencia que muchos de los varones (sin generalizar), y cada vez son más las mujeres quienes destacan por su inteligencia, dedicación y honestidad, logrando grandes éxitos profesionales y aportando según su enfoque al desarrollo de sus países.

No hay duda de que el rol de la mujer se ha revalorado y cada vez es más importante su participación y su aporte. Por esta razón es necesario que la mujer sea consciente de sus derechos y su propia defensa, haciéndose respetar para aspirar a su felicidad y realización como persona. Ganando paulatinamente protagonismo al hombre y dejando prácticamente en muchos casos en el olvido al típico modelo de hombre tradicional, caballero y sostén del hogar.

En los tiernos albores del siglo XXI, el paradigma de la nueva mujer ya está presente. Hoy nos toca ser testigos de un mundo donde sobresale el desempeño de MUCHAS MUJERES, líderes o no, que ya están presentes con actitudes, decisiones y comportamientos inéditos.

Referencias bibliográficas:


Plenilunia ( 2013, 08 de Marzo). El avance de los derechos de la mujer en el siglo xx. Obtenido de: https://plenilunia.com/columna/el-avance-de-los-derechos-de-la-mujer-en-el-siglo-xx/24772/